Por su parte, el Gobierno ha duplicado en menos de un año la parte fija del recibo de la luz, esa que se paga cada dos meses con independencia del consumo que haya medido el contador. El efecto es el más irracional posible: aun consumiendo menos que antes, pagamos más. El derroche de energía está bonificado. Al ser la parte variable del recibo cada vez menor, nos resulta imposible lo que más nos hace falta: ahorrar.
El recibo de la luz es casi imposible de entender. Cada vez tenemos menos idea del destino de cada euro que pagamos. Eso, el que tiene la suerte de poder pagarlo; porque se calcula que casi cuatro millones de familias en España no han podido mantener su hogar a una temperatura mínimamente digna durante el último invierno. La verdadera responsabilidad es del Gobierno, que permite esta situación; sin olvidar la actitud indecente de las eléctricas.
Nos están instalando, a nuestra costa, los nuevos contadores, que ellas, con razón, llaman inteligentes, porque lo son; pero en una sola dirección: las compañías saben a cada segundo de nuestros hábitos a través de las cifras de consumo; pero nosotros, los consumidores, tenemos vedado el acceso a esa información y por tanto no podemos saber en qué franja horaria nos resulta más barato usar nuestros electrodomésticos.
Como ciudadanos de este país os proponemos defender nuestros bolsillos y nuestra libertad para decidir qué tipo de energía queremos y cuánto estamos dispuestos a pagar por ella. Tenemos que hacernos valer ante las compañías como consumidores y ante nuestro gobierno como ciudadanos de pleno derecho.
Al contrario de lo que nos han vendido los mensajes intoxicados de las eléctricas, si España invirtiera más en renovables el recibo de la luz sería más barato. Basta investigar un poco lo que está pasando a nivel internacional para darse cuenta de que estamos ante una verdadera revolución. El problema del nuevo modelo energético -que también es económico- que estamos reclamando ya no es el precio. Es que si consumimos energía renovable en casa estamos dejándola de comprar a la eléctrica de turno, y ahí chocamos contra una pared dura y oscura que parece ser la que gobierna este país.
Se comprende así que el Gobierno haya dejado pasar la posibilidad de reclamar a las eléctricas cerca de 3.500 millones de euros que habrían cobrado de más, hecho que está en manos de la Audiencia Nacional tras haberlo denunciado la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético ante la Fiscalía Especial Anticorrupción.
Creemos que es hora de pedir a la ciudadanía un esfuerzo “más allá del click”. Convocamos a devolver conjuntamente el primer recibo eléctrico que se reciba en el mes de mayo o junio. No se trata de dejar de pagar, solamente de que, acogiéndonos a lo establecido en la normativa vigente ([1] Artículo 85 del Real Decreto 1955/2000 para el caso de los consumidores acogidos al PVPC), lo hagamos algo más tarde, antes de que el retraso derive en un corte de suministro.
Con esta acción pretendemos visibilizar nuestra exigencia al Gobierno de un sistema de facturación en el que la parte del consumo sea la predominante, reduciéndose sustancialmente la parte fija, para permitir que cuanto menos consumamos, menos paguemos. El ahorro debe ser recompensado.
Adicionalmente, reclamamos libertad para que los consumidores podamos autoabastecernos de energía limpia sin tener que sufrir las actuales trabas que interesadamente nos imponen, particularmente el peaje de respaldo o impuesto al sol que el Gobierno ha amenazado con crear.
La campaña, que utiliza la etiqueta #YoDevuelvo para su difusión en redes sociales, se concentra en torno a la web http://yodevuelvo.nuevomodeloenergetico.org donde los consumidores pueden informarse de los efectos de la acción, así como sumarse a la misma a través de su firma, su imagen o incluso su microvídeo rompiendo el recibo de la luz. 😉