Los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets, en Estados Unidos, han desarrollado un dispositivo de absorción de aceite, llamado “Seaswarm” que está formado por varios pequeños robots que pueden evaluar la situación de un derrame del petróleo en el mar y llevar a cabo el trabajo de limpieza inmediatamente. Comparado con los barcos de recuperación del petróleo, este producto es más barato y eficiente.
Cada uno de los robots, de 4,9 metros de largo y 2,1 metros de ancho, cuesta 20.000 dólares. Están impulsados por una batería de energía solar, y sólo necesitan 100 vatios para funcionar, lo que equivale al consumo energético de encender una bombilla. Además, estos robots pueden trabajar sin parar en el mar durante varios meses.
Estos robots también pueden coordinarse entre sí con la ayuda de un sistema de posicionamiento global, a fin de elaborar el plan de limpieza más eficaz. Por eso se puede enviar miles de robots para un mismo accidente de fuga de petróleo.
Biderman subrayó que está comprobado que los robots trabajan más efectivamente ante un derrame de petróleo, por lo que el próximo año seguirán perfeccionando los “Seaswarm”.