Su objetivo es servir de vivienda temporal y/o de centros asistenciales en zonas y situaciones de emergencias, desastres naturales, etc. Están equipadas con paneles solares fotovoltaicos, pila de combustibles de hidrógeno, … todo lo necesario para ser realmente autónoma en lugares donde escasearán los recursos.
Con unas dimensiones de 6×2,5×2,4m no son precisamente grandes, pero gracias a un curioso sistema su espacio se duplica usando muebles plegables en las paredes. Además cada una pesa 10 toneladas, lo que dificulta su transporte un poco pero le da gran estabilidad y resistencia.
En tan sólo cuatro minutos, las patas estabilizadoras anclan la «casa-container» y la parte superior se eleva, proporcionando un espacio confortable con una cocina y aseo abajo y por encima habitación y oficina.
También incluye 2 kilovatios de energía fotovoltaica en el techo, un equipo de células de combustible de hidrógeno, condensador de vapor de agua para producir el valioso líquido (-soponemos con equipo potabilizador-) y lo que parece ser un inodoro de compostaje.
Daiwa tiene cierta experiencia en el campo, construyeron 14.772 unidades después de un terremoto en 1995. Estas unidades han sido exportadas por todo el mundo.
Aquí un video explicativo del funcionamiento de estas «casas para apocalipsis»:
Fuentes: Daiwa , Gizmodo , Treehugger